Un artículo del New York Times recomienda ejercicios en el agua de piscinas para las personas con sobrepeso.
Muchas personas comenzaron el 2008 con la determinación de perder peso.
Lamentablemente, la mayoría no va a llegar a fines de febrero. Los nuevos estudios demuestran que la incomodidad y el desaliento, más que la falta de motivación, pueden llevarlas a abandonar el ejercicio.
Un artículo reciente del New York Times menciona la incomodidad que experimentan las personas obesas cuando realizan ejercicios sobre el suelo, a causa del exceso de grasa corporal.
La fricción extra puede alterar la manera de caminar y hacer que las personas con sobrepeso que hacen ejercicios sean más propensas a lesiones y problemas en las articulaciones, como los relacionados con la artritis.
El artículo sugiere ejercicios en el agua de piscinas como una mejor alternativa para mejorar la salud física y mental.
Los consejos acerca de los ejercicios con frecuencia pasan por alto el factor «sacudida»
Hacer ejercicios es mover el cuerpo. Pero algunas partes del cuerpo se mueven más de lo que queremos.
Para muchas personas con sobrepeso que realizan gimnasia, cada paso de un ejercicio viene acompañado de una cascada de movimientos involuntarios– los pechos rebotan, la grasa del estómago se sacude y los muslos se frotan. La sacudida y la fricción extras de la grasa corporal en movimiento van más allá del sólo hecho de ser fastidiosos. Pueden alterar la manera que caminar de las personas y hacerlos propensos a lesiones y problemas en las articulaciones. La incomodidad hace que muchas personas con sobrepeso directamente no realicen ejercicios.
“Casi todos mis clientes terminan diciendo lo incómodo qué se siente el rebote alrededor de las rodillas», dice Kelly Bliss, una entrenadora y autora de Lansdowne, Pensilvania, que trabaja con personas con sobrepeso. “Ellos dicen, ‘Doblo a la derecha y parte de mí sigue yendo hacia la izquierda’ «.
Pero el factor «sacudida», con el cual las personas con sobrepeso y pechos grandes están familiarizados, ha sido muy ignorado por los investigadores y por la mayoría de los que hacen ropa deportiva. Sólo unos pocos estudios han tratado de documentar los desafíos y la presión que tienen que aguantar los grandes cuerpos en movimiento.
“Hay muy poca investigación acerca de la biomecánica y la locomoción de la obesidad», dice Ray Browning, profesor de investigaciones del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado, que ha realizado varios estudios acerca de ejercicios en personas obesas y con sobrepeso.
Aunque el ejercicio enérgico claramente ofrece beneficios cardiovasculares, no se sabe mucho acerca de los riesgos y beneficios del ejercicio para otras partes de un cuerpo con sobrepeso. En su propia investigación, el Dr. Browning descubrió que cuando el pie de una persona con sobrepeso golpea el piso, las rodillas y caderas soportan fuerzas mayores que las articulaciones de una persona delgada. Ejercitarse a un ritmo más rápido aumenta aún más las cargas en las articulaciones, aumentando el riesgo de artritis y lesiones entre las personas con sobrepeso.
En septiembre, la revista Medicine and Science in Sports and Exercise (Medicina y Ciencia en los Deportes y el Ejercicio) publicó un estudio del Dr. Browning que comparaba la biomecánica del caminar de 20 adultos, la mitad obesa y la mitad de peso normal. Aunque ambos grupos realizaban pasos similares, las personas más pesadas caían con los pies más separados que las personas delgadas. Los pasos más abiertos quizás sea la manera en que las personas con sobrepeso se mantienen en equilibrio, compensando un estómago o cola más grandes. O quizás el paso más abierto se deba simplemente a una función del grosor de la pierna o de muslos grandes que se friccionan.
Este pequeño ajuste en el paso puede tener un riesgo físico, el cambio de las fuerzas del ejercicio al interior de las rodillas, la parte más vulnerable a la artritis.
“Cuando las personas se vuelven obesas o con sobrepeso, les decimos que se ejerciten más, pero tenemos que tener cuidado con esa receta», dice el Dr. Browning. “Lo último que queremos es que alguien obeso desarrolle artritis en una articulación grande, porque entonces sus opciones de actividades físicas se reducirían mucho.»
El incómodo rebote del ejercicio es más familiar para las mujeres, sin importar el tamaño de su cuerpo. Incluso las personas de peso normal con frecuencia se quejan de que cada golpe con el pie les produce una repercusión dolorosa a través del tejido blando de sus senos.
Recientemente, investigadores del ejercicio británicos descubrieron que los senos de todos los tamaños se mueven mucho más de lo que se creía. Joanna Scurr, una científica de la Universidad de Portsmouth, estudió la biomecánica de los senos en 70 mujeres durante dos años, mediante el uso de cámaras y haces de luz para medir el movimiento de los senos durante varias actividades, como pararse de una silla, subir escaleras y trotar. Su investigación, presentada en septiembre a la Asociación Británica de Deportes y Ciencias del Ejercicios (British Association of Sports and Exercise Sciences), descubrió que las mujeres experimentaron un promedio de alrededor de 10 centímetros (4 pulgadas) de movimiento total de los senos, y algunas experimentaron más del doble.
Y aunque la mayoría de las investigaciones sobre los pechos se centraron en el movimiento vertical durante el ejercicio, el estudio de la Dra. Scurr demostró que los senos se movían en tres dimensiones. Hacia arriba y hacia abajo, de lado a lado, e incluso hacia adentro y hacia fuera ya que los senos se comprimían contra el pecho y se desplazaban hacia fuera durante el movimiento.
“Eso puede doler», dijo la Dra. Scurr. “Muchas mujeres experimentan tanto dolor como vergüenza debido al movimiento de los senos mientras caminan o trotan. Eso puede ser un verdadero obstáculo para las personas que participan en actividades físicas».
Aunque muchas mujeres usan corpiños con compresión, continua la Dra., la mejor opción es un corpiño deportivo con encapsulación, que tiene dos tazas que controlan cada pecho por separado.
La Sra. Bliss, personal trainer, dice que la gente grande generalmente prefiere usar ropa liviana y suelta mientras realizan ejercicios, pero el usar ropa ajustada y elástica debajo es una mejor manera de sostener grandes estómagos, muslos y colas y de reducir el movimiento no deseado. Algunas empresas de indumentaria especializada como Junonia ahora realizan calzas de Lycra de tamaño grande para minimizar el rebote durante los ejercicios. La marca de corpiños deportivos Enell incluso ofrece una camiseta faja para hombres de US$ 75 con exceso de grasa en la parte superior del cuerpo.
“Todo tejido blando sin sostén, debería estar sostenido,” dice la Sra. Bliss, cuyo sitio web Plus-Size Yellow Pages incluye enlaces de indumentaria deportiva de tamaño grande.
Otra forma de reducir el rebote realizar los ejercicios en el agua o utilizar un equipo recumbent como ciertas escaladoras y bicicletas, que funcionan en una posiciión reclinada.
El Dr. Browning dice que espera que más investigadores del ejercicio comiencen a centrarse en la incomodidad que tienen que soportar los que tienen sobrepeso cuando hacen ejercicios. “Siento un gran respeto por las personas que tienen el coraje de salir y realizar ejercicios», dice. “No es fácil hacerlo».